Eran las seis de la mañana, me desperté por décima vez en la noche, pensando que me hundía, me hundía, y me hundía. Me senté en la cama, aún estaba oscuro todo, me puse a pensar, ¿qué puedo hacer para pasar este tramo de mi vida y seguir viviendo, con una milésima parte de la felicidad perdida?
Demasiadas ideas, me volvi a dormir. Me desperté a las doce, me duché, desayuné, y salí a la calle. Aire fresco, miré a mi alrededor, los encontré en la calle paralela, ellos. los que hacian que mi vida fuera especial. Les conté todo lo que me habia callado durante más de un mes y entre ellos me solucionaron todo. Es increible lo que pueden hacer, claro, son MIS amigos.
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