Parece mentira que hayan pasado tantos años desde que me sentaba a jugar con mis muñecas, en los que mi consuelo era abrazar a un osito de peluche.
Y ahora ya no soy la misma, he cambiado, y he tenido tan poco tiempo para asimilarlo...
Hay veces en que lo hecho de menos, mis actitudes, mis formas de verlo todo, el tener cada dia algo que aprender y tantas cosas que ver todavia, el vivir en un mundo de un tamaño gigantesco, el considerar la calle de al lado como el fin del mundo...
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